Tamara de Lempicka, 1929. Colección particular
Cuenta la historiografía que Tamara de Lempicka, una artista polaca que intentaba hacerse un hueco en el panorama artístico parisino de los años 20, acudió al estudio de Picasso para que éste le diera su opinión sobre su pintura.
Por aquel entonces Picasso ya era una figura muy reconocida y Tamara necesitaba su opinión de cara a poder ser tomada en serio por sus contemporáneos, algo extremadamente complicado para una mujer.
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